Si has estado en las profundidades, ¿qué sigue? La doctora Edith Shiro tiene una idea. Una perspectiva fresca sobre psicodélicos, trauma y recuperación.
Nacida en Venezuela, se mudó a Estados Unidos como inmigrante de primera generación cargando muchas historias de trauma de sus ancestros. Sus abuelos paternos eran refugiados de Siria, mientras que los maternos sobrevivieron al Holocausto y perdieron a sus familias en campos de concentración.
Las personas a su alrededor deberían haber colapsado, haberse rendido, tirado la toalla. Deberían haber tenido trastorno de estrés postraumático y ser más propensos a morir por suicidio. Pero, la psicóloga aprendió una lección de ellos: las personas que prosperaron abrazaron su trauma. Aquellos que lucharon veían su trauma como algo de lo que nunca podrían recuperarse.
El trauma como una sentencia de vida
Gracias a la psicologización del discurso moderno estamos más familiarizados que nunca con palabras como trauma. Muchos de los conceptos que vemos siendo aprovechados en redes sociales provienen de libros como «El cuerpo lleva la cuenta» de Bessel Van der Kolk y «El mito de la normalidad» de Gabor Maté, los cuales discuten la relación entre el trauma y nuestros cuerpos.
El trauma, especialmente el trastorno de estrés postraumático, ha sido un foco importante en el renacimiento psicodélico, impulsando la investigación clínica por parte de la Asociación Multidisciplinaria de Estudios Psicodélicos (MAPS) y otras organizaciones.
En el contexto de la terapia, a veces se ve al trauma como algo que se debe superar o eliminar, y los psicodélicos como el MDMA, la ketamina y la psilocibina se presentan como medicamentos que pueden ayudar en ese proceso. Para la mayoría de nosotros, sólo después de superar el trauma es posible verlo como un regalo.
En su nuevo libro, la doctora Edith Shiro propone adoptar una nueva perspectiva del trauma —abrazarlo como una oportunidad de crecimiento en lugar de un diagnóstico que superar— de este modo, es posible facilitar la curación y la transformación (con o sin psicodélicos). Una perspectiva que se presta al modelo de terapia asistida por psicodélicos y podría ayudar tanto a los pacientes como a los terapeutas en cómo se preparan e integran sus sesiones.
Aceptación radical de nuestro dolor
Al crecer, Shiro presenció cómo las personas en su comunidad respondían al trauma de diferentes maneras. Algunos luchaban, otros lo llevaban bien y algunos, incluido su abuelo, parecían prosperar. «Sus familias habían sido asesinadas, eran huérfanos y, sin embargo, aquí estaban, creando una nueva familia, apreciando la vida y muy conectados espiritualmente», afirmó.
Esta fue la primera vez que Shiro se expuso a lo que ella llama crecimiento postraumático, un concepto que le ha interesado desde entonces y del cual escribió por primera vez hace 25 años como parte de su tesis doctoral. También, es el enfoque del trauma que se aborda en su libro «El Regalo Inesperado del Trauma: El Camino hacia el Crecimiento Postraumático».
«El crecimiento postraumático es algo en lo que siempre he estado interesada porque crecí en una comunidad de sobrevivientes del Holocausto, refugiados e inmigrantes», dice Shiro, quien vive en Miami. «En Estados Unidos, soy latina; en Venezuela, soy europea, y en Nueva York, soy judía. Estas identidades son parte de quién soy, y siempre me hizo cuestionar: ¿Pueden las personas adaptarse? ¿Cómo sobreviven las personas? ¿Cómo lo logran?»
Adoptar una nueva narrativa sobre las aflicciones
Aunque puede resultar difícil imaginar las experiencias traumáticas como regalos, «el trauma puede ser utilizado como un trampolín que te impulsa hacia el siguiente nivel», dice Shiro.
Esto es algo que ha visto repetidamente a lo largo de su carrera, trabajando con refugiados camboyanos que sobrevivieron al genocidio de finales de los años 70, cónyuges y familiares de personas que murieron en los ataques del 11 de septiembre en la ciudad de Nueva York. Más recientemente, trabajó con un adolescente que fue el único de sus amigos en sobrevivir a un tiroteo escolar.
«Me contaban estas historias de crecimiento postraumático. Decían: ‘Esto no es algo que desearía para mí ni para nadie, pero estoy muy agradecido por haber tenido esta experiencia porque no sería quien soy hoy sin ella'», indicó. Este sentimiento «se repite una y otra vez» por parte de sus pacientes.
En «El Regalo Inesperado del Trauma», Shiro propone un marco de cinco etapas para cultivar el crecimiento postraumático. Son como las cinco etapas del duelo. Y lo importante de ellas es que proporcionan un lenguaje para discutir lo que las personas están experimentando mientras sanan, crecen y se expanden.
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Integración de psicodélicos y trauma
Al igual que muchos terapeutas que trabajan con psicodélicos y trauma, la doctora Shiro enfatiza en la importancia de la integración. «El mensaje que quiero compartir con las personas es que hay un proceso aquí. [El trauma] es una experiencia de la que es posible salir», dice, pero no sin integrar primero la experiencia.
Esto se puede hacer de varias maneras, dice Shiro. Puede ser terapia, pero no tiene que serlo. «Puede ser psicodélicos, puede ser ir a un retiro de yoga durante un año, realmente no importa, siempre y cuando hagas lo que resuene contigo».
En el escenario de la conferencia Cannadelic en Miami en febrero de 2023, Shiro habló sobre cómo su enfoque del trauma y la psicoterapia asistida por psicodélicos pueden ser una combinación potente.
«Creo que… cuando realmente incorporas el tratamiento psicodélico dentro del contexto de la terapia y con la integración, realmente ves todas las etapas de crear una nueva narrativa: integrar tu trauma en tu vida, comprender que hay un nuevo propósito y significado en tu vida, relacionarte contigo mismo y con los demás con mucha más compasión y comprensión, y realmente conectar de una manera en la que no estabas conectado antes», dijo.
Cuando podemos reinterpretarlo, el trauma ofrece una oportunidad para aumentar la conciencia y la consciencia, y una capacidad incrementada para vivir, dice Shiro. «De cierta manera, cuanto más bajo caes, más alto subes. Cuando realmente te permites romperte, entra más luz. Y si has tolerado mucha oscuridad, puedes tolerar mucha luz».
Según Shiro, su libro «es para todos aquellos que se identifican con algún tipo de trauma pequeño o grande, y para cualquiera que quiera comprender más sobre cómo superar el trauma individual, transgeneracional y colectivo». Pero aclara: «Este no es un libro sobre el trauma. Es un libro sobre la esperanza. Se trata de lo que sucede después del trauma, y muestra que hay una luz al final del túnel, que no es una sentencia de por vida».