Cuidar de tu salud mental es una de las decisiones más importantes que puedes tomar en tu vida. Vivimos en un mundo que nos exige estar más conscientes, presentes e intencionales en la forma en que vivimos, nos relacionamos y sanamos. Y uno de los caminos más poderosos para lograrlo es a través de la terapia.
Pero si estás comenzando este proceso por primera vez, probablemente te preguntes: ¿cómo sé quién es el terapeuta adecuado para mí? ¿Por dónde empiezo?
Encontrar al psicólogo o terapeuta correcto no es una decisión que deba tomarse a la ligera ni de manera automática. Es un proceso que requiere paciencia, autoconocimiento y, sobre todo, conexión. No se trata de elegir al primero que aparece en una búsqueda, sino de buscar una voz que resuene con la tuya, una presencia que te dé seguridad y claridad.
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¿Qué tipo de terapia necesitas?
El primer paso es reconocer que la terapia no es igual para todos. Existen distintos formatos, y cada uno responde a necesidades particulares:
- Terapia individual: para tu crecimiento emocional y psicológico personal.
- Terapia de pareja: si buscas resolver conflictos o mejorar la comunicación en tu relación.
- Terapia familiar: cuando el sistema familiar necesita sanar o fortalecerse.
- Terapia grupal: para compartir experiencias y aprender junto a otros.
Elegir el formato adecuado ya es parte del proceso de sanación. No hay respuestas absolutas, solo caminos que se ajustan mejor a tu momento de vida.
¿Cuáles son los enfoques terapéuticos más comunes?
Así como existen distintos tipos de terapia, también hay diferentes marcos teóricos y técnicas. Algunos terapeutas se enfocan en una sola corriente, mientras que otros integran varias. Entre las más comunes:
- Terapia Cognitivo Conductual (CBT): ideal para ansiedad, estrés y patrones de pensamiento negativos.
- EMDR o terapia somática: muy efectivas para procesar traumas que viven tanto en la mente como en el cuerpo.
- Terapia psicodinámica: se centra en cómo las experiencias del pasado influyen en el presente.
- Terapia basada en mindfulness o enfoque humanista: para quienes buscan presencia, compasión y crecimiento interior.
- Hipnoterapia: útil para tratar miedos, hábitos o ansiedad desde capas más profundas de la mente.
Cada enfoque tiene sus beneficios. Lo importante es saber cuál resuena más contigo y con tus objetivos terapéuticos.
Todos estos enfoques terapéuticos los menciono con mayor profundidad en mi libro “El Inesperado Regalo del Trauma”. Allí, puedes encontrar muchas herramientas que también pueden ayudarte a sobrellevar el trauma, e incluso a encontrar soluciones a distintos problemas que afecten tu bienestar. Si te interesa adquirrilo, puedes encontrarlo haciendo clic aquí.
¿Qué debes tener en cuenta al elegir?
Más allá del enfoque o especialidad, hay aspectos prácticos que también importan al buscar al terapeuta adecuado:
- ¿Prefieres sesiones presenciales o en línea?
- ¿Cuál es tu presupuesto y si el terapeuta acepta tu seguro?
- ¿Buscas a alguien con experiencia en trauma, duelo, ansiedad, relaciones o algún tema específico?
- ¿Qué tipo de energía o presencia te gustaría encontrar en ese espacio?
Además, asegúrate de que el profesional en sanación personal esté debidamente licenciado. Para ello, puedes fijarte en que tenga títulos como PhD, PsyD, LMHC, LCSW, entre otros.
Confía siempre en tu intuición
Una vez que estés en una sesión, el cuerpo y la intuición son tus mejores aliados. Observa y pregúntate lo siguiente:
- ¿Me siento emocionalmente seguro y escuchado?
- ¿El terapeuta se presenta con profesionalismo y respeto?
- ¿Siento que mi historia está siendo honrada?
Es completamente válido necesitar uno o dos encuentros para saber si es la persona adecuada para ti. La terapia es una relación, y como toda relación, se construye poco a poco.
Algunas preguntas clave para tu primera sesión
Cuando te sientes frente a tu posible terapeuta, recuerda que tú también estás evaluando si esa persona es la adecuada para acompañarte. Puedes hacer preguntas como:
- ¿Cuál es tu enfoque terapéutico?
- ¿Tienes experiencia con personas que han pasado por algo similar a mí?
- ¿Cómo estructuramos el proceso y medimos el progreso?
- ¿Cómo manejas la comunicación y las cancelaciones?
También puedes decir: “Estoy probando para ver cómo me siento trabajando contigo”. Eso abre la puerta a una relación honesta y colaborativa.
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La terapia: una inversión en ti y tu bienestar
No hay una duración única. Algunas personas acuden a terapia por unas semanas, otras por años, y muchas vuelven en distintos momentos de su vida. Lo esencial es recordar que la terapia no es para “arreglarte”, sino para reconectar con tu verdad, tu poder y tu capacidad de transformación.
Así que, la próxima vez que te preguntes cómo puedes encontrar el psicólogo adecuado, ten presente cada uno de los consejos que te brindo en este artículo para que puedas tomar la decisión correcta.
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